Hoy no para de llover, esta vez vamos Jose Miguel y yo con Michael y Ken, nos quieren llevar a una zona especial, es una zona en alto que se divisa mucho monte. Después de carrilear un rato llegamos a la pista que nos conduce a la zona. La pista esta llena de nieve, como unos 50 cm, lo malo es que la pista es en subida y en una ladera.

Al final ken desiste y damos la vuelta, aprovechamos para ver otras zonas de pinos cortados, pero todavía están sin hierba, no hace el calor que esperábamos y eso que estamos en la mejor época del año para cazar el oso en la British Columbia.
Después de unas vueltas, volvemos al campamento a comer para volver a salir por la tarde, está el día muy malo, pero José Miguel y yo aprovechamos para tirar unas flechas y entrenar un poco.

La zona esta si tenía mucha hierba, por lo que podíamos tener suerte, pero ni el día ni el viento nos acompañaba. Vemos mucho rastro y Michael nos llevaba tras un rastro fresco de un oso. Por dos veces dimos con rastro muy fresco, pero no lo pudimos ver.
Por el rabillo del ojo veo movimiento y aviso a mis compañeros, pero falsa alarma, era un coyote, que después sale a un limpio donde lo podemos ver con claridad, tenía un gran tamaño además de un bonito pelaje.





Ya por el camino de vuelta vemos alce, whitetail, mucho grousse y un puerco espín, que nos hizo reír con su forma de caminar y correr.

Los americanos vieron dos, pero eran pequeños, de unos dos años, de esos que empiezan a buscarse la vida solos. Decidieron no tirar.
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