Por Gerardo..."A la mañana siguiente tocaban diana a las 7 en punto, si bien a las 5 nuestros vecinos tuvieron algunas diferencias que resolvían a gritos. Así que claro, a las 7 se nos ocurrió que había que despertar a los perros y acordarnos de la madre de nuestros vecinos, cosa que hicimos a pleno pulmón. Eso sí, yo por si acaso, luego saqué el coche y lo alejé convenientemente de la casa, que ya se sabe que algunos tienen mal despertar.
En mi apartamento descansamos Peio, Guanche y yo, y no lo hicimos mal. Nuestros vecinos tuvieron que escuchar el canto del Lobo con resignación.
Nos echamos un café y arrancamos para La Quesera. Cuando íbamos para el cortijillo vimos que la finca estaba tomada por una gran piara de cerdos ibéricos, lo que nos hizo reconsiderar los puestos. De camino nos topamos con un jabalí al que intentamos dar caza, siendo Guanche el principal protagonista, pero esa historia debe contarla otro."
Continúa el Guanche...
"Por la mañana y de camino a los puestos vemos un jabalí con los cerdos, el guarda nos dice que intentemos tirarlo, pero el jabalí se empieza a ir con trote cochinero, le intentamos cortar con el coche, pero nos coje un poco de distancia. Me lanzo del coche e intento cortarle por una pista e intento un tiro un poco lejos pero sin éxito."
Seguimos con Gerardo...
"Nos fuimos colocando en los puestos, unos de suelo, otros en árboles y otros recechando. Yo me subí al que había ocupado Peio el día anterior, por ver si había muflonas que fueran de funeral, pero nada. Ni por esas. Sí que vi algún venado, muflones macho más bien lejos, y de nuevo una gabata a la que ni abrí el arco."
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