¡Me estrené!



Manolo Campuzano nos envía este relato contándonos como se estrenó el otro día con el arco. ¡Enhorabuena!.

Muchas gracias y sigue así.

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Por fin. Me ha costado algo de trabajo, pero ya me he estrenado con el arco.

Hace unos meses, viendo vídeos en Internet, me di cuenta de que, si lo que me gustaba de verdad cazar sin tener demasiada ventaja, el arco podía ser mi arma.

A mediados de marzo me decidí. Quería hacerlo todo rápido porque teníamos permiso para aguardos a partir de 1 de mayo. Pensé que la mejor forma de acelerar era buscando un club de tiro con arco así que localicé uno, me puse en contacto con ellos y cuando me dijeron que daban cursos me apunté inmediatamente.

Pensaba que en pocos días iba a estar matando cochinos por el monte. Pero enseguida me di cuenta de que la cosa iba a tardar más, para el arco la prisa es muy mala consejera.

El tiro con arco, como deporte, me ha encantado, ahora no paro de recomendárselo a todo el mundo. Pocas cosas he probado tan relajantes como un par de horas pegando flechazos. El caso es que aminoré la velocidad y me dediqué a disfrutar. Tras uno de iniciación, a primeros de julio me compré un poleas de caza,bueno y barato, (bonito, lo que se dice bonito, a mí no me lo parece).

En cuanto lo puse a tiro y practiqué un poco comencé a llevármelo a los aguardos. El primer día me fui al comedero de los pinos. En cuanto anocheció (no había luna) me di cuenta de que no iba a poder apuntar porque no veía el peep en absoluto y además, al encenderlos, los pines me deslumbraban.

Lo de los pines lo solucioné metiéndole un papelito delante del led. Para el peep he probado después pintándolo de blanco pero no sirve, por ahora lo he resuelto usando un botón de boca que me da mucha tranquilidad al apuntar.

Esa noche,con el rifle, maté un cochino bastante grande pero con muy poca boca. El rifle no me lo he vuelto a llevar. El segundo día me entraron dos cochinos por detrás. Todavía había luz.Llegaron hasta unos 10 m de mí, no eran grandes pero le tiré al que iba delante cuando empezaron a rodearme. El cochino ni se inmutó y yo pensé "Esto del arco es impresionante, ¡El bicho ni se ha enterado!",instantes después me dije "Manolo estás tonto, es que no le has dado".

Se fueron trotando y al poco tiempo salieron de detrás 6 ó 7 rayones. Menos mal que la fallé porque si no me da algo. Hay días que uno anda mal de reflejos mentales porque esa pareja era muy probable que fuera de hembras y lo tenía que haber pensado antes. No os podéis imaginar la de vueltas que le di al arco sin entender cómo había podido fallar tan cerca, creo que apunté con un pin equivocado y además no estaba apuntando con el peep.

Desde entonces me he puesto muchas veces con múltiples contratiempos. Varios días ha cambiado el viento y me he tenido que ir, dos o tres veces me han empezado a ladrar las ciervas y claro, también me he ido, etc.

Las torres que tenemos en algunos comederos están demasiado lejos para el arco. Me he tenido que hacer varios puestos distintos a los que teníamos para tirar con rifle. Cada vez que he ido al campo me ha surgido un nuevo problema, uno ya tiene calculadas las medidas y los movimientos necesarios para no hacer ruido con un rifle y la cosa cambia mucho con el arco.

Con lo que más me he comido el coco ha sido con la postura para tirar y la altura de las ramas que pongo en el puesto. Si quería tirar de pie tenía que hacer un puesto alto para poder levantarme sin que me vieran, pero claro entonces el que no veía era yo y debía fiarme de mi oído. Finalmente he decidido que lo mejor es tirar sentado, así es como menos tengo que moverme, pero tengo que poner la silla de lado y un poco elevada, la postura no es muy cómoda pero por ahora me parece lo mejor.

El miércoles pasado me puse en un comedero que está cerca de un arroyo al que bajan las reses a beber, el puesto lo tenía hecho a 20 m. Todavía de día vi, a unos 150 m y por un hueco del puesto, tres ciervas que subían despacio desde el arroyo. Si entraban al comedero había pensado tirar una para probar el arco.

A unos 100 m se pararon mirándome con las orejas levantadas, era increíble, no me había movido y estaba absolutamente tapado por el puesto;supongo que oyeron mi corazón dando saltos o esa respiración acelerada que me hace abrir mucho la boca porque parece que el aire silba por la nariz;las ciervas de por aquí son mucho más difíciles que los cochinos y no te digo nada de los venados.

Unos 15 minutos después seguían en el mismo sitio pero detrás de ellas vi pasar un cochino pequeño hacia la izquierda y un par de minutos después aparecieron corriendo en el comedero cuatro marranchones que empezaron a comer inmediatamente. No lo pensé mucho, tensé, apunté y le tiré al primero que se atravesó.

Salieron todos corriendo levantando mucho polvo, tan rápido que pensé que había vuelto a fallar porque el tiro me pareció un poco bajo, pero me di cuenta de que se oía el sonido de la flecha arrastrando por el suelo, tres o cuatro segundos más tarde, y a unos 20 metros el cochino se paró y se calló al suelo "rodado sin puntilla".

Me quedé sentado sin terminar de creérmelo. Las ciervas seguían mirando para arriba pero no se movieron de su sitio a pesar del jaleo. Cuando me acerqué no me podía creer lo bien colocado que estaba el tiro, exactamente donde le apunté, y, sobre todo, lo efectivo que había sido.

De pronto habían desaparecido todas las dudas, incertidumbres, y nervios que me habían acompañado durante un mes, ahora sé que es posible y además muy gratificante.

Desde luego ha sido una gran satisfacción el estreno, pero creo que entenderéis que es más importante la ilusión que ahora tengo por lo que creo que voy a disfrutar en el futuro cazando con mi arco.

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