Después le dejamos a Jorge...
"Mi puesto era un treestand en un alcornoque, esperando que alguna muflona se acercase a comer cerca de él. En esta finca aburrirse no es fácil ya que la densidad de animales es altísima y con la berrea en marcha aquello es todo actividad. Pude ver buenos venados, marcar árboles, berrear, seguir a las hembras, un espectáculo.
Tardaron en aparecer las muflonas, pero finalmente un ejemplar entró a comer, después de tomarse sus precauciones y con el aire a su favor, ofreciéndome una clara oportunidad a algo menos de 20 metros. La di tiempo a relajarse, a bajar la cabeza, a ofrecerme todo su perfil, abrí el arco sin que ella se percatase, solté la flecha y ¡¡¡un fallo perfecto¡¡¡¡...la flecha voló apenas dos dedos baja, lo justo para que ni la tocase...cosas que pasan y que sirven para acumular experiencia y comerse la cabeza un poco. Esa tarde dio poco mas de si en cuanto a caza se refiere."
Luego nos toco al Guanche y a mi, nos íbamos a poner juntos para reírnos un rato, y si encima conseguíamos grabar algo,¡La leche!.
Nos subimos los dos a un árbol que estaba cerca de una charca, yo delante con el arco, y Guanche detrás con la cámara. Era un puesto muy bonito, una pena que con la densidad de ramas que había no se dominase mucho territorio, en cambio nos proporcionaba una cobertura excelente, consiguiendo pasar desapercibidos en la copa.
Al poco rato de ponernos aparecieron a lo lejos unas ciervas, y se oía continuamente a los venados berreando. Habían pasado como tres cuartos de hora, cuando oímos a unos muflones acercándose.¡Beeee!¡Beeee! Parece que son machos, de vez en cuando se les oye pelear.
Efectivamente, entre ramas vimos a un macho que no nos quitaba el ojo de encima, se da media vuelta y se va. Pero a los cinco minutos entra un rebaño de unos quince machos. Al ponerse todos a comer, tenemos la suerte de que se une a la fiesta una muflona.
Les dejamos comer y tranquilizarse, esperando una buena oportunidad de tiro, algo que no era nada fácil por la cantidad de machos que había rodeando a la muflona. Finalmente, en un momento en el que están todos con la cabeza baja tenso el arco.
Pero no hay manera, la muflona no ofrece un tiro claro, así que destenso lo mas despacito posible, no quería precipitarme y hacer un tiro forzado. Por primera vez fui capaz de mantener la cabeza en su sitio y hacer las cosas bien.
Después de unos cinco minutos esperando el momento volví a tensar, esta vez la muflona ve algo y pegan todos un salto. Da media vuelta y se para cruzada a 17 metros, ¡¡La machaco!!.
Intente un tiro de cirujano, pero la cagué. ¡Uno de mis mejores fallos!. Una vez más el exceso de confianza me había jugado una mala pasada, si es que ningún tiro es fácil, por muy sencillo que parezca.
No estábamos seguros de si le había pegado o no, pero la cosa no pintaba bien. Luego al ver la flecha en el suelo vimos que las plumas estaban tan blancas como al salir del arco. ¡Estoy tontooo!¡Que fallo! De todo se aprende.
Le intercambie el puesto a Jorge y cogí la cámara de vídeo. Durante el resto de la tarde vimos varios venados, uno de ellos precioso y un muflon bueno que nos paso por debajo del árbol. La verdad es que disfrutamos como enanos.¡¡Que divertido!!
Esto fue lo que grabamos, advertimos que ningún animal fue herido en la grabación de este video. Tendre que verlo de vez en cuando para recordar que no hay que confiarse nunca.
Anímate y sigue la cacería en Alla vamos!!
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