Por otro lado Jorge (Guanche)...
"Me monto en el coche con Carlos, me ha tocado el puesto 6, él se coloca en el 7 muy cerca de mí así que vamos por fuera del coto a esperar a Goyo en un cruce de pistas, ahí aprovecho para deleitarme con el paisaje y sacar unas fotos mientras Carlos se pone el arnés.
Cuando llega Goyo lo seguimos con el coche hasta un aparcamiento donde Carlos deja el coche y nos montamos en el de Goyo para dirigirnos a mi puesto.
Un sitio precioso, un tree-stand en un sitios de eucaliptos al borde de una pista y con una ladera a mi derecha. Me subo tranquilo al tree-stand, me aseguro y a esperar. Desde aquí hay una vista increíble, incluso se ve un rascadero de venado en un árbol de la ladera.
Acaba de irse el coche y al momento se empiezan a mover los animales. Por la ladera de mi derecha oigo algo bajar entre las jaras, intento distingirlo, pero solo veo como las jaras se mueven, viene directo hacia mi, pero despacio, en eso que noto un cambio de dirección de viento, es viento de Sur, con este viento no me va a entrar nada pensé.
El animal seguía su camino y llega a la linde de las jaras, tenía que pasar un limpio y después cruzar la pista pero con este viento va a ser imposible. Efectivamente, el animal llega casi al linde, ahora si lo distingo, es un venado precioso, este es grande y seguro que no cruza el limpio, así fue, sigue por toda la linde sin abandonar las jaras, cruzándome como a 100 metros, dándome oportunidad a verlo perfectamente. Por ese sitio, cruzaron al rato 2 ciervas, pero con ese viento, imposible que me entraran.
Ya llegando a la "hora bruja" pero con luz todavía, veo por la misma ladera donde bajaba el venado otra vez el mismo movimiento, pero mas rápido. Llega casi a la linde y lo distingo, un guarro y por el tamaño, ¡¡Parece grande!!. Por el viento que hacía me hace la misma jugada que el venado pero no lo veo salir por el mismo sitio. Justo antes de anochecer distingo un movimiento por la ladera de mi derecha y se me para como a unos 35 metros, solo le veía las patas, me quede inmóvil intentando distinguirlo, pero no se movía, se hizo de noche y no lo oí ni irse.
No oí mas nada hasta las 12:30 que me entra una piara, los pequeños iban directos al maíz pero la madre bufaba y bufaba, hasta que se fueron todos. Al rato oigo el coche, Que rápido!!!! pensé.. Si no hubiera cambiado el viento hubiera tenido un espectáculo. Ojalá todas las esperas que uno haga sean tan movidas como esta, lo que demuestra el buen hacer de Carlos, Goyo y su sobrino al que le doy las gracias por todo."
En el último puesto se encontraba Carlos...
"El viernes en Cilleros al caer la noche, entre dos sombras, vi como un zorro salía del monte y llegaba justo debajo de mi tree-stand a beber de un manantial que tenía a mis pies, o quizás a intentar coger alguna de las muchas ranas que croaban en la pequeña charca. Aunque el tiro era casi imposible, intente levantarme a ver si era posible, pero fue moverme y desaparecer el zorro.
Ya, a eso de las 21:30 oí un grupo de guarros que querían entrarme por la izquierda de mi tree-stand. Se pararon y tuve a un único guarro dándome todo tipo de vueltas, gruñendo y bufando de tal forma que ya no sabía si era la guarra vieja de la piara o si la piara se había marchado y quería entrar un macareno.
El caso es que después de casi una hora, a las 10:20 exactamente se animaron a salir y empezaron a comer. Aunque la falta de luna no me dejaba ver nada, el ruido de unos y otros gruñendo, comiendo y jugando me decía que se trataba de un grupo muy numeroso.
Espere unos 10 minutos a que se tranquilizaran y por si entraba alguno grande y espantaba a la piara. La guarra vieja seguía muy desconfiada y de vez en cuando bufaba como una condenada.
Al final decidí tensar mi arco y alumbrar. Estuve dudando si poner la linterna de luz blanca o de luz roja, pero al final la oscuridad de la noche y el no saber bien como andaba de pilas la de luz roja me hizo poner la de luz blanca a la que acababa de cambiarle las pilas.
Nada más encender la luz desaparecieron entre el monte las guarras si bien pude ver entre 8 y 10 marranchones que a trote cochinero se escondían entre las jaras. Esperé unos segundos, apuntando, por si alguno se paraba, pero nada de nada. ¿Y si hubiera usado la de luz roja? Eso ya no lo sabré nunca."
Gerardo continua contándonos la historia tal y como fue...
"Fuimos recogiendo a unos y a otros mientras nos contábamos los chances y nos dirigimos al campamento a tomar algo de cena. Embutidos, quesos, sidras, cervezas y anécdotas dieron paso los chistes de Guanche para acabar con una noche casi en blanco por los ronquidos de Lobo.
El jodío de Carlos se duerme en un pis pás, para arrancarse en un concierto de ronquidos que no tiene fin. ¡Impresionante!. En sud escargo hay que decir que el que avisa no es traidor y é había advertido. Nunca pensé que fuera para tanto. Tal fue la cosa que Pedro, a la desesperada, siendo las 5:15 de la mañana se tiró del sofá en que dormía para tenderse en el suelo del exterior y así conciliar 2 breves horas de sueño. Todos me preguntaron por la mañana que por qué no había asesinado a nuestro anfitrión, era lo menos que esperaban de mi, ya que estaba tumbado, que no dormido, a su lado."
Animate y sigue la caceria en Alla vamos!!
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