A orillas del Zambeze -Día 13-

Hoy Carlos va a ir a por el búfalo, mientras el Jefe y yo nos vamos a quedar en una pan toda la mañana para ver si sale el nyala. De camino a la pan donde nos íbamos a quedar, vemos un par de nyalas dentro del bosque. Hacemos la jugada de los duikers y tiramos una gorra al camino.

Poco a poco nos acercamos a la gorra, y de repente veo los nyalas a cincuenta metros metidos en el bosque mirándonos. Pero a pesar de todas las explicaciones, no consigo que Conroy y el jefe lo vean, la verdad es que tienen un camuflage increíble. De todas formas no me ha parecido muy grande.

Seguimos para adelante, y al cabo de cinco minutos, ¡Otro nyala!. Y este si que es grande, no podemos desaprovechar esta oportunidad. Le hacemos una entrada, y nos ponemos como a 80 metros del nyala, se le ve mal, pero el jefe no tarda mucho en localizarlo.

Esta todo muy sucio, y no es fácil buscar un claro para tirarle, además no quita el ojo de encima. Conroy le coloca el trípode, se apoya y...¡Pum! El nyala sale corriendo, pero bastante lento, parece que va tocado un poco trasero.

Nos acercamos al lugar del tiro y en ese momento veo al nyala andando como a 80 metros, le agarro al jefe de la manga y se lo señalo. Lo ve enseguida, se apoya en un árbol y le vuelve a tirar. Esta vez cae seco, ¡Menudo tirascazo!. Era casi imposible colarle la bala entre todas las ramas que tenia delante. ¡Menos mal!. Un nyala realmente precioso.

Seguimos chequeando las pans en busca de huella o animales. Volvemos a la misma pan en donde a Carlos no le había tiempo a tirar un facochero dos días antes. Esta vez vamos muy despacito, es muy probable que esten ahí. Y efectivamente, allí estaban los mismos facocheros.

Hacemos una entrada para colocarnos en un buen termitero. De repente los pequeños salen corriendo, y Carlos tiene que tirar al facochero de forma precipitada, pero no le pega. Una pena por que era un buen faco.




No cortamos ninguna huella fresca, así que repetimos la misma operación de asomarnos a las pans durante todo el día. En una de ellas vemos un facochero muy pero que muy bueno.

Es mi turno, pero el jefe al ver que era tan grande no me da opción. Y para cuando me quise dar cuenta, el facochero daba sus ultimas pataditas al aire, después de haber recibido dos sorpresas del 8x68. Según él, no había una entrada clara...¡Nunca hay una entrada clara para el arco con trofeos delante!.

Durante el resto de la tarde hemos visto un bushbuck, pero ha sido solo un momento. Mañana es el último día y lo dedicaremos al búfalo de Carlos. Hoy hemos arreglado el safari, por fin nos ha cambiado la suerte.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Se hace un poco raro ver de entrada un nyala abatido con rifle en un lugar que parece destinado a la caza con arco.

Bushman dijo...

Eso depende de como se mire. Si has leído atentamente, el relato trata de un safari que se hace con rifle y con arco. Yo no veo nada raro que aparezca un nyala abatido con el rifle. Lo que si se haría "raro" es que se hubiese cazado con el rifle y no se hubiese dicho. Pero aquí tenemos las ideas muy claras.

Anónimo dijo...

El comentario está hecho el dia en que el relato ocupa la portada. Si lo lees atentamente verás que no dice nada en absoluto sobre caza con arco, y que sólo puesto en contexto, después de leer otros relatos, se ve que pertenece a un safari 'mixto'. Pues eso, que se me hizo raro de entrada y así lo comenté.