Semana en el Campo - Día 4 -

¡Ese sonido otra vez no! A ver si cambio el sonido de la alarma del móvil antes de que lo lance un día contra la pared. Ayer Julito me acogió en su chateau, terminamos tarde de cenar y se me hizo tarde para subir al campamento.

A las 6:00 ya estaba en el borde del bosque, he vuelto a donde el deforme, ayer le vi y hoy tenía buenas vibraciones, creo que tengo bastante calado a ese corzo. En las campas ya no queda un corzo, han estado comiendo toda la noche con la luna, hoy probablemente se moverán tarde.

Son las ocho y todavía no he visto ni un culo, el monte está pasmao. Bueno, igual solo los corzos, por que tenía a un jabalí hozando a unos 15 metros. Intento juzgarle de forma sensata, en estos momentos tiendo a ver todos los jabalíes el doble de grande de lo que son realmente. Yo creo que no llega a los cincuenta kilos, justo cuando empiezo a bajar el arco un revoque de viento me delata.

El choncete pega un trote y se mete a una zona de monte más cerrado, como no había muchas más cosas que hacer, le sigo, ¡Son tan majos!. Al cabo de unos minutos siguiéndole la pista veo al resto de la pandilla, ya me extrañaba a mi que ese andase solo. Que alegría me da verlos ya que este año no se están viendo muchos jabalíes, ¡Me ha alegrado la mañana!.

Al cabo de un rato oigo un corzo ladrar bastante lejos, en el fondo de un barranquito, así que poco a poco me dirijo hacía allí. No para de ladrar, además de forma muy seguida, tiene pinta de ser una corza que ha perdido el corcino. Por fin me acerco lo suficiente para ver lo que es, una hembra. Que angustia, lleva ya media hora ladrando casi sin parar, creo que algún raposo, o tal vez algún perro se ha metido un buen desayuno. Que pena...



De vuelta al coche oigo ladrar un corzo, pero este me ladra a mi. Aprovecho sus ladridos para acercarme antes de que le pierda la pista. ¡Es macho! Le intento juzgar entre los árboles.. ¡¡El deforme!! Me apoyo contra un roble, con los nervios la mano se me mueve demasiado. Después de mirarle unos minutos decido que no es lo que estoy buscando. Me doy la vuelta y me piro a desayunar, no quiero acabar calentándome y empezar a sacarle puntos de donde no los hay. Se trata de un corzo joven y en el cuerno izquierdo no tiene ni una punta, veremos el año que viene como evoluciona.


¡El Jefe ha cazado un corzo! Que contento está, no le cabe una pajita por... Llevaba un racha en la que no conseguía ver machos grandes y hoy por fin le ha metido un chispazo a uno. Es un corzo precioso y además han visto otro par de machos grandes, se lo han pasado como enanos. Estoy orgulloso.

Después de los huevos fritos nos vamos a sacarnos unas fotos con el corzo y el jabalí. Menudo despiste el de ayer, con la emoción dejamos el jabalí en un sitio en donde le pegaba un poquito el sol... Bronca de Julito y el Jefe, no nos entendían a Juanjo y a mi, ¡Ayer cuando lo cobramos ahí no pegaba el sol! jajaja






Por la tarde voy a recechar una zona en la que se ven muchos corzos, pero hoy claramente no es el día. Solo he visto una corza y encima me han comido los mosquitos.¡Que picotazos! Una exageración la de mosquitos que me han picado, en la cena estoy medio atontado, me tomo una pastilla para que no me de una reacción alérgica. Otra bronca del Jefe por no echarme repelente,¡Pero es que apesta!. Eso si que tiene merito, cazar un corzo con Aután.