SUDAFRICA 2006 (9)

MIERCOLES, DIA 9
Viendo que por la mañana hay muy poco movimiento, hemos decidido hacer unas pequeñas batidas silenciosas.
Así que hoy, después del desayuno,

hemos practicado un rato con los arcos para intentar ir más finos que esta pasada noche.

Salimos y al poco tiempo vemos unos blesbok en una laguna medio seca. Nos colocamos José Miguel, el Guanche y yo.
Cada uno detrás de un árbol cubriendo las posibles rutas de escape y Wiehan va a rodearles e intentar que nos pasen a tiro. Al rato veo que se mueven en mi dirección y me coloco en posición de disparo. Cuando llegan a unos cuarenta metros se desvían un poco hacia mi derecha y me pasan a unos treinta metros. Uno se queda parado, mirando hacia atrás pero tengo unas ramas delante y no me animo a soltar la flecha.
Mientras estábamos haciendo esto, Carlos ha estado recechando un bushbuck, al final se le ha escapado pero por lo menos ha tenido la ocasión de intentarlo.
Hacemos dos batidas mas: una a impalas (que desaparecen por arte de magia), ya que ninguno hemos podido ver por donde se han ido, y otra a unos blesbok que le han pasado a unos cincuenta metros del Guanche y, por supuesto, no ha tirado.
Volvemos al campamento temprano y, como tenemos tiempo hasta la hora de comer, vamos al campo de tiro de nuevo para pasar el rato tirando flechas. Chris y Wiehan se animan también y van a por sus arcos. Después de un rato de tirar y, solo por diversión, ponemos la diana a 50 metros, haciendo unas risas con los fallos, sobre todo con uno en el que casi nos cargamos el calentador del agua.
También hacemos tiros muy buenos pero no son tiros de caza real porque los animales no son dianas, se mueven y a esas distancias es arriesgarse demasiado.
En el tiempo que tarda la flecha en llegar a 50 metros un impala puede esquivarla con facilidad, y eso tirando con arcos rápidos.
No se trata de matar como sea, sino de cazar, por lo que esos tiros están fuera de lugar.

Comemos y yo vuelvo al puesto de ayer con Wiehan a ver si entran los eland de ayer un poco más temprano
De camino al puesto vamos a comprobar un cebo colocado para el leopardo en un sitio bonito de verdad. Está río arriba, en un remanso. En un lado, el cebo en lo alto de un mopani, y en el otro, entre unas rocas, el puesto. Pero esto no es para mí, es para un cliente americano que viene el próximo mes.

Bueno, son las 16:45. Llevamos más de una hora dentro del puesto, hace un calor impresionante y no hay movimiento.

Pasa la tarde lentamente hasta que anochece y no hemos visto nada. Volvemos hacia el coche de noche y alumbrados por una luna llena impresionante.
Llegamos al campamento, Carlos ya estaba allí. Faltan el Guanche y José Miguel que se han colocado juntos esperando cazar algún chacal o un bushpig. Hemos estado cebando el puesto estos días pasados y han puesto una luz roja alimentada por una batería para poder tirar de noche.
Vuelven a las 20:30. No han visto nada.
Cenamos y volvemos a salir a por liebres. Hoy les toca tirar al Guanche y a José Miguel, yo llevo las cámaras.
Hoy vamos mas centrados y, aunque sigue el cachondeo, tenemos la experiencia de ayer y el guanche consigue abatir una liebre con una flecha en el cuello. Ya tenemos la cena de mañana.

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