Semana en el Campo - Día 6 -

El corzo en esta época es matador, llevo ya casi una semana durmiendo muy pero que muy poco. No paro de pensar en los zorros, espero que cuando vaya luego los encuentre. Después de tomarme unas galletas, me voy a ver si consigo volver a ver el corzo que fallé ayer.

Repito la misma jugada, al igual que ayer ya no queda ningún corzo en las campas. Al llegar a la zona de los rascaderos y del corcino, veo un corzo que cruza corriendo una campa. Iba bastante rápido, pero le he visto a simple vista los cuernos, ¡Era él!. Voy poco a poco hacía donde intuía que se iba a quedar, cuando se pone a ladrar. Otro corzo se pone a contestarle, perfecto, la distracción que necesitaba.

Mirando bien el aire empiezo a entrarle al primero de ellos. Le oigo ya bastante cerca, así que me siento en el fuego cruzado de ladridos, voy a dejar que mueva ficha. Después de cinco minutos mirando robles consigo verle parte del cuerno, ¡¡Que tensión!!. Lleva ya un rato ladrando pero no se mueve de su sitio, paciencia ya se moverá.

Empieza a moverse, le veo entero, estará como a unos 20 metros no más, pero esta bastante cerrado y no es fácil encontrar linea de tiro. El corzo anda un poco mosca, le noto nervioso y mira bastante hacia mi. Ya le he calado, está andando poco a poco pero viene a cogerme el aire. ¡Me va a pillar! Tenso el arco, en cuanto vea un hueco le tiro, espero que no encuentre el hueco demasiado tarde.

Llega a un clarito, bueno clarito, un sitio donde los robles estaban un pelín mas separados, pero lo suficiente para intentar colarsela. Se para en él, pero no para de mirarme, creo que en el momento menos pensado va a saltar como un resorte. Hay que intentarlo, le pongo el pin sobre la paletilla y suelto, esta vez no te me escapas..

Riete de Bruce Lee, ese corzo me acababa de esquivar la flecha con un estilo increíble. Creo que para cuando ha llegado la flecha, ya no quedaba ninguna parte del corzo en el mismo sitio que antes de soltarla. Cojo la flecha y me siento a reír un rato, creo que es mejor que llorar. Ese corzo se me iba a llevar la temporada.

Sigo cazando pero no mucho más, el corzo estará ahora bajo tierra y además no paro de pensar en los zorros. Una pena por que hoy hay movimiento, veo cuatro corzas de camino al coche.¡Pero no aguanto más!

Llego al sitio del tiro y me pongo a buscar el segundo. Llevo ya como quince minutos siguiendo la sangre y he avanzado siete metros, así no hacemos carrera, tengo que encontrar la flecha. A los pocos metros la encuentro, partida y llena de sangre, y junto a ella una zorra joven preciosa.¡Yuhuu! Ahora a ver si el otro sigue en los arbustos, me meto y ..¡Pedazo de zorro! ¡¡¡Que ilusión!!! ¡Doblete de raposos! No me lo puedo creer...¡¡¡Yuuhhuuu!!

Por la tarde voy al puesto de la miel, por fin a cambiado el viento y lo tengo bien para le comedero, aunque no tan bien para la campa. El sol empezaba a desaparecer por mi espalda cuando me aparece el macho corriendo y se me planta en la campa.¡La leche! Me levanto para tirarle, pero de la misma forma que ha aparecido se va. Sale corriendo a la campa, se para diez segundos, y se vuelve por el mismo sitio, estos corzos son más raros, no hay quien los entienda.

Más tarde me entra un jabalí por la campa, tiene buena pinta, pero me coge el aire de la misma, si es que el aire es super importante. Ya puedes estar en un árbol camuflado que como metas el aire no sirve para nada, es increíble lo poco que duda. Para el trigo tenía bien el aire pero para la campa no tan bien como se ve.

Me meto al saco a dormir, creo que voy a tener pesadillas con ese corzo, ya le he fallado tres veces. Eso si, le tengo localizado de narices. He hablado con casa para avisar que hasta que no cobre ese corzo no vuelvo. Bueno, si se me acaban las flechas no me quedara mas remedio que volver a por provisiones, ¡Ya solo me quedan cuatro!.