-----Día 3------
Ha cambiado el viento y también mi estrategia. Ayer tal vez llegué a la zona del siete puntas un poco tarde, pero con el viento como está hoy le puedo entrar por su lado. Son las 6:00 de la mañana y hace ya unos 20 grados, ¡Que refresque de una vez!.
A eso de las 10:30 me voy al coche, no se ha movido nada de nada, ni siquiera he oído ladridos. Hacía bastante que no me pasaba esto, yo comprendo que haciendo una espera no te entre nada, pero andar cuatro horas por donde ellos viven y no espantar nada...¡Esto está pasmado!. Además no se que me pico ayer en la espera que me ha puesto la mano fina,debía de ser una especie de mosquito con cruce de diplodocus. El caso es, que no se a donde han ido a parar mis nudillos.
Por la tarde voy al puesto de la umbría, supongo que estarán entrando la familia de siempre, pero las últimas veces que ido he visto una corza y quiero ver si ha encontrado ya pareja. A la media hora de haberme puesto oigo unos pasos rápidos. Algo viene y ¡Yo sin la flecha puesta!. Me acababa de sentar después de haber instalado todos los chismes de la cámara, a veces me pregunto si merece la pena grabar, por que la verdad es que de trabajo.
En ese momento salen dos corzos corriendo como a unos 25 metros del árbol, el de atrás parece majo, seis puntas tiene seguro. Pero en medio segundo habían desaparecido. Me levanto y toco el buttolo una vez listo. Al istante empiezan a contestarme dos corzos en el bosque de enfrente. ¡Venir! ¡Venir a mi!
Unos minutos más tarde aparece la corza por donde había desaparecido antes. Una pena que vuelva sola, estaba convencido de que iba a aparecer el macho por detrás, ¡Que emoción!. Parece que aquí las cosas están más moviditas.
Media hora antes de hacerse de noche me entran mis amigos a comer. Que familia más maja, les estoy cogiendo simpatía. Con lo pequeña que es la madre a conseguido sacar cuatro adelante, tiene merito. Les dejo que coman un rato y les espanto, no quiero que se acaben el trigo.
Luego más tarde me cruza un espontáneo por la campa. Es batante pequeño, está solo y parece que anda un poco fastidiado. No me entra a comer, una pena por que me hubiese gustado juzgarlo mejor, ya nos veremos.
A ver si mañana se mueve la caza como a la tarde, que le tengo al pobre Bob aburrido.
En ese momento salen dos corzos corriendo como a unos 25 metros del árbol, el de atrás parece majo, seis puntas tiene seguro. Pero en medio segundo habían desaparecido. Me levanto y toco el buttolo una vez listo. Al istante empiezan a contestarme dos corzos en el bosque de enfrente. ¡Venir! ¡Venir a mi!
Unos minutos más tarde aparece la corza por donde había desaparecido antes. Una pena que vuelva sola, estaba convencido de que iba a aparecer el macho por detrás, ¡Que emoción!. Parece que aquí las cosas están más moviditas.
Media hora antes de hacerse de noche me entran mis amigos a comer. Que familia más maja, les estoy cogiendo simpatía. Con lo pequeña que es la madre a conseguido sacar cuatro adelante, tiene merito. Les dejo que coman un rato y les espanto, no quiero que se acaben el trigo.
Luego más tarde me cruza un espontáneo por la campa. Es batante pequeño, está solo y parece que anda un poco fastidiado. No me entra a comer, una pena por que me hubiese gustado juzgarlo mejor, ya nos veremos.
A ver si mañana se mueve la caza como a la tarde, que le tengo al pobre Bob aburrido.
2 comentarios:
Algo fastidiado sí que iba, sí...
Vaya picaduras compañero... toma nota: hay que llevar un antihistamínico en el botiquín. Hace años, pescando reos, me tuve que venir corriendo a casa por una cosa similar, desde entonces, cuando me acuerdo, echo en la guantera del coche un blister de Ebastel.
Saludos
Gerardo
Vaya manita.... y pensabas tirar?? Como dice Gerardo un chute de ebastel forte (ebastina 20mg), y si te ves muy mal una inyección en el culo de Urbason (hidrocortisona) y a tirar corzos.
(Las autoridades sanitarias advierten la paligrosidad de la automedicación jajajaja)
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